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Una religión del Espíritu |
Los primeros "Amigos de Dios" formaban una fraternidad igualitaria, profesando el sacerdocio universal.Más tarde, las persecuciones llevaron a los cátaros a organizarse, formándose tres grados de la igualdad primitiva: el Noviciado, la Perfección, el Sacerdocio. El diaconado ascendió a episcopado y el episcopado desembocó en patriarcado. La religión del Espíritu Consolador y Purificador, tan antigua como el dolor y el mal, cuyas heridas quiere curar, se remonta a los primeros días del mundo.
Antes del Cristo, ella proyectó sus rayos sobre los brahmanes de la India, los magos de Persia, los esenios de Judea, entre los griegos, Pitágoras y Platón.
Después del Cristo, en todos los gnósticos, procediendo de Platón por el pensamiento y de Pitágoras por la moral, conservando en el Oriente de arriba su rayo virgen: rayo celeste y lámpara griega.
Allí se paró su jerarquía que, en lo sucesivo, conservó el monopolio del patriarcado. Esta aristocracia patriarcal jamás dio la imagen de una monarquía teocrática. No se apoyó en ningún momento en el sueño de Manes que envolvía al mundo entero en su proyecto de teocracia universal. El catarismo pirenaico fue en su esencia demasiado espiritualista como para encarnar el Paráclito en un hombre: ¡su Papa es el Espíritu, su Vaticano es el Cielo!
"¡Nada de Verbo encerrado en la Biblia! ¡Nada de Escritura encadenada en el templo! ¡Ningún Dios cautivo en el tabernáculo! ¡Ningún sacerdote carcelero de Dios! ¡Ningún Papa portero del Cielo y del Infierno! ¡Ningún servilismo ni muerte del Espíritu!" |
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