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Con este término, Gadal entiende la "Religión del Espíritu" (Manes, manas, mens, designaban el pensador superior, el Espíritu). Es la religión de Hermes, el Mercurio latino.
En la enseñanza "hermética", el acento se coloca en el pensamiento superior que es el Alma divina: sólo el alma, nacida en el corazón, se une al Espíritu. Ella "conoce" a Dios. Sirve a Dios con la Razón iluminada.
Sólo el Espíritu, descendido en el alma, salva al ser humano.
Esta religión del Espíritu ya era conocida y practicada por los cristianos gnósticos evangélicos del siglo III: Montano, Tertuliano, Novat, Novaciano y el célebre Marción nacido en Sinope, en el Ponto (actual Turquía). |
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