|
|
La inspiración proviene de la Escuela de Alejandría |
Alejandrina de inspiración, se distingue del neoplatonismo porque rechaza todas las mitologías, las tradiciones órficas, homéricas, olímpicas, para unirse, por medio de San Juan, al Cristo.
El Evangelio de Juan es, par el catarismo, «el Libro llevado por el ángel al Cenit del Cielo».
Se separa tanto de Francisco de Asís, como de Joaquín de Fiore, por su dogmática alejandrina, y su invencible horror por Roma, de los repugnantes procedimientos de la Inquisición, de la muerte de los herejes proclamada desde León l en 447, de la vergonzosa condena del librepensamiento por los grandes teólogos católicos, cuyo modelo, neto y claro, nos lo proporciona Santo Tomás de Aquino.
Lo que adoraban era el "Mani", o el Espíritu Santo.
Mane-ísmo no es sinónimo de maniqueísmo. ¡Cuántos errores trágicos ha causado esta confusión querida! ¡Éste es el drama cátaro! |
|
|
|
|